Fui muy afortunada por haber crecido en un asilo para ancianos que mi madre dirigía en Londres, Inglaterra. Para mí fue un honor ser parte de la travesía de los residentes y sus familias. De niña, pasaba mis semanas escuchando atentamente las historias de vida, de arrepentimientos y amores eternos que tenían para compartir conmigo.
!Los escuchaba atentamente y en realidad muchas historias eran aún mejores que las películas del cine!
Cuando trabajaba para la florista Real Jane Packer, a menudo traía al asilo las flores que se desechaban y así sorprendía a los residentes. Ver sus caras iluminadas de felicidad cuando tenían un jarrón de flores al lado de su cama, hacía que valiera la pena cruzar Londres con ellas.
Una vez inicié en el negocio de los eventos florales de lujo en el Sur de la Florida, quise donar las flores que me sobraban a los asilos, hospicios y hospitales del área.
Hoy en día siempre nos aseguramos de preguntarles a nuestros clientes si quieren donar los arreglos florales que quedan de sus eventos, y les ayudamos a decidir cual sería la mejor institución según su vínculo personal, así como la ubicación y la hora de finalización del evento.
Con lo anterior nosotros nos aseguramos de realizar la entrega de las flores a la institución, aunque algunas veces sea a las 3 de la mañana. Sin embargo, saber que podemos llevar una sonrisa a la cara de alguien, hace que todo valga la pena y, honestamente, nos da más felicidad a nosotros.
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